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sábado, 23 de marzo de 2013

Dándome a conocer a Be

Pasada la primera noche en que conocí a Be, despues de no poder dormir en toda la noche por lo sucedido al marcharnos, caí de puro agotamiento ya entrando la tarde, por lo que me desperté a las tantas...y solo tenía una idea en la cabeza, ella. Algo nuevo por completo para mi, una sensación que no sabría como expresar, quizá notaba mi corazón loco por haber encontrado a la persona más maravillosa que hay sobre la tierra, o quizá lo que notaba era la tristeza por lo que pensaba que había...aun así, nada mas despertarme lo primero que hice fue dar un salto de la cama para entrar en internet: ¿habrá visto mi solicitud de amistad? ¿no la habrá visto aún? ¿me habrá rechazado? ¿SE ACORDARÁ DE MI?, bueno, me quedé paralizado por completo: "Be ha aceptado su solicitud de amistad". Tal vez los/las que leáis esto diréis que vaya tontería, que eso no tiene nada de especial que alguien te acepte en una red social, que eso no tiene ningún significado, pero hay que mirarlo de otro modo...y es que si no me hubiese aceptado la solicitud, se me hubiese partido por completo el corazón al pensar que sencillamente no quería saber nada de mi, ni siquiera como amigo, pero al aceptar, al permitir que se diese la situación de ponernos en un contacto semi-directo encontré una luz, pequeña, muy muy pequeña, una esperanza de que al menos me conociese como es debido, que sepa quien soy, saber de verdad como es ella y con el tiempo, si se da la situación, si se alinean los planetas y todas las estrellas miran hacia mi, tal vez, podría llegar a decirle lo que sentía...sí, tal vez. Esa noche-madrugada me la pasé mirando embobado todas y cada una de sus fotos, disfrutando de cada imágen, sin poder creerme aun el que pudiese ni siquera llegar a existir una persona tan perfecta a mis ojos, nunca creí que pudiese encontrar a alguien que ya no es que tenga todo lo que yo quería, porque yo no se lo que quería, simplemente nada era suficiente, y Be era más que suficiente, era un TODO, cada imágen que aparecía en la pantalla hacia que me encantase más y más...sin haberlo sentido nunca, sin saber ni siquiera que se sentía ni que pasaba en estos casos, lo tenía muy claro para mí mismo. B, te has enamorado.
Al principio de todo, nuestras conversaciones no iban más allá de las típicas preguntas sobre qué tal estábamos, sobre la noche en que nos conocimos (lo repito, los benditos borrachos), y poco más...lo podemos llamar "cogiendo confianza", por aquel entonces hablaba más con su amiga, a la que intentaba sacar todos los datos posibles acerca de ella, sobre todo, el tema del ¿novio? que me traía de cabeza, y prometo que intentaba ser disimulado, pero tantas debían ser mis ganas de saber y de preguntar, que sin darme cuenta, a nada ya me estaba diciendo: "a ti...te gusta!" mirad que yo no soy de mentir, es más odio que me mientan, incluso en las cosas más insignificantes, soy muy intolerante con esas cosas, pero si no le dije 100 veces que no me gustaba, no se lo dije ninguna ¡¡¡QUÉ PESADA!!! (en el buen sentido) insistía hasta que se lo dijese, y claro, eso le llevó a vacilarme como si fuese eso la mayor de las diversiones. Pero entre tanta "risa", saqué en claro que lo que tenía con el chico ese no era una relación al menos en el sentido completo de la palabra, entonces eso, a pesar de que evidentemente no me hacía ninguna gracia, me hizo de algún modo alegrarme al saber que podría ser peor, ahí entendí que fuese como fuese tenía que entablar más relación con ella, hablar más, darlo todo por conseguir a esa chica, que no es otra que la de mis sueños...y así fue, al principio con conversaciones y risas interminables, digamos que eran conversaciones que enganchaban, llegó un momento, pasados los pocos días, en que pasábamos toda la noche hablando (llegué a ir algún día sin dormir a clase por hablar hasta las 8 de la mañana...), y ahí nos fuimos conociendo de verdad, nuestros gustos, nuestros modos de pensar sobre todo, algunas de las historias de nuestra vida...en seguida podría decir que conectamos, aunque había algo que fallaba dentro de mi plan imperfecto, y es que debido a la confianza que nos ganamos el uno con el otro, ella me hablaba del otro chico, no tenía nada claro y de algún modo me pedía consejo...ahí se te presentan dos caminos, y yo elegí el más doloroso, el que nunca nadie elegiría, pero el que creía mejor para Be, hubiese sido muy sencillo para mi aprovecharme de sus dudas para hacer que, si no olvidarse, al menos aumentar sus miedos y sus ideas acerca de terminar esa historia, pero en cambio yo, que no sabía si es que ella realmente podía quererle, le animaba a preguntar, a descubrir que era lo que había, porque para mi su verdadera felicidad estaba por encima de todo, y ni todas las noches sin poder dormir de lo triste que me hacía pensar en ello, ni todas las lágrimas que haya soltado por ese tema cambian eso. Yo debía seguir por mi mismo, sin dejar de actuar a mi modo, y así soy yo, para bien o para mal, en mi beneficio o en mi contra, nunca voy a negar lo que me parezca correcto y si debía sacrificarme por ella, así sería, pero yo tenía claro que algo (yo lo llamo karma, ella destino), había querido que nos conociésemos para estar juntos, no podía ser de otro modo...y así sin darnos cuenta, desde por las mañanas hasta por las noches, era una conversación constante, era una dependencia absoluta de sus palabras y sus risas a través de cualquier medio, el saber de ella, pensarla durante cada segundo, y, poco a poco, haciendo que ese sentimiento que yo tenía, comenzase a ser mutuo...poco a poco, muy poco a poco, yo aún era un amigo y ella ya era todo lo que yo quería y necesitaba, mi vida entera, sin ni siquiera haber vuelto a verla en persona...ya he dicho antes, no se de amor, pero se lo que hay en mi, y no tengo dudas de que esta historia que comenzó a forjarse de este modo, nunca terminará.

Continuará...

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